http://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/27/navegante/1324984211.html
La compañía Phonedog ha demandado a uno de sus ex empleados por
quedarse con los 17.000 seguidores de Twitter que tenía cuando trabajaba
en la empresa. La compañía reclama 1,9 euros al mes por cada seguidor durante ocho meses, por lo que la cifra asciende a 260.000 euros.
Un nuevo caso de propiedad intelectual afecta a los social media. En este caso a Twitter. En octubre de 2010, el escritor Noah Kravitz dejó su trabajo en un popular portal de telefonía móvil, Phonedog.com, tras casi cuatro años. El empleado, había comenzado a escribir en Twitter y logró acumular 17.000 seguidores.
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